Empezamos con 14 películas en una sala y hoy llegamos a las 240 que se exhibirán en las cuatro salas de Cinemateca y tres más en el cine Casablanca, el Moviecenter y el Alfabeta, a la que se le suman espacios itinerantes en los 8 municipios de Montevideo. En el editorial de aquel primer festival de cine se llamaba la atención sobre la función que cumplían las cinematecas y los festivales de cine como circuitos culturales y alternativos de difusión que se distinguían de los circuitos del cine industrial. El Festival que se inauguraba, se integraba, entonces, a aquellos circuitos alternativos. “Lo hacemos como una apertura hacia un afianzamiento de esta muestra, como un primer paso. La intención y el propósito es que el Festival se convierta, realmente, en un Foro del cine mundial. Quizás ya lo es hoy en día. Quizás lo sea más en el día de mañana.”
Puede pensarse que cumplimos. Aunque la cita siga siendo hoy tan válida como hace treinta años. Mientras tanto, los sesenta años de la Cinemateca Uruguaya llegan con el proyecto tan vivo como siempre y mirando a un futuro en que esta larga labor tenga de una vez el reconocimiento y los apoyos que merece para poder seguir sosteniendo, menos solitariamente, uno de los archivos fílmicos más grandes de Latinoamérica, uno de
los centros culturales más activos del país, el centro de documentación y biblioteca más completos que existen en Uruguay y un proyecto que se empeña en seguir en desarrollo y que ha demostrado suficientemente su importancia, vigencia y valía.
El ritmo frenético de exhibiciones del 30º festival es una buena ocasión para celebrar los hiperactivos 60 años de una institución que, a lo largo de su historia ha exhibido decenas de miles de películas y ha preservado un número importante de ellas en su archivo fílmico, en sí mismo un foro del cine mundial permanente, patrimonio
de todos los uruguayos.
info completa: Cinemateca Uruguay
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